De no asirte
el reloj se trunca
perversa se mueve la sombra
sin tocar tu cuerpo
Las horas
sobre tus hombros resisten
todo es aparente en las paralelas
Trepo
por alguno de los muros que dejaste
en esta ciudad dormida
No hay sonidos
ni trazados en las calles
La basura inmóvil
persiste cómplice el reblandecer de las palabras
Los pies dañados sin base
son el legado.